sábado, 10 de septiembre de 2011

El inevitable destino de la derecha

La derecha política española está condenada a repetir eternamente su historia si no deja de ser una mala copia que va a misa, de la izquierda socialista.

Afectada por un realismo económico del que no disfruta la izquierda no se sabe porqué, desde mediados de los cincuenta, la derecha tiene en general muchos más resortes para elevar el nivel de vida de los ciudadanos en España. Lo demostró con Aznar y seguramente volverá a demostrarlo con Mariano Rajoy.

El optimismo antropológico de la izquierda la lleva a plantearse que los recursos serán inagotables durante al menos, el tiempo que les lleva ejercer completamente su programa de ingeniería sociológica que termina ora en dictadura ora en miseria, ora en miseria y dictadura. No pondré ejemplos.

Esta crisis, que le ha venido muy a contramano a Zapatero va a tocar fondo seguramente en 2012 y no en 2009 como al él le habría gustado, la izquierda cree que todo puede resolverse con voluntad política, y va a permitir que sea la derecha la que se apunte a los brotes verdes durante los próximos años a poco que sean algo serios.

Pero el bienestar progresivo trae en su seno de nuevo, si no se fundamenta en principios sólidos, el regusto por las utopías tan características del socialismo como la ecología, la erradicación de la pobreza, el igualitarismo económico, y su largo etc., que terminan por hacer más atractivos a Tony Blair, a Zapatero y a Obama que a sus discretos oponentes.

Sólo la convicción en los valores absolutos, en la justicia, en el individualismo, en la propiedad privada y en la sabiduría de los ciudadanos, rechazando el colectivismo, la relativización y el estúpido consenso llevarían a erradicar de una vez por todas de la política a ese agotado invento de acumulación tiránica del poder que es la izquierda.