El MIEDO A SU PASADO
LE HA LLEVADO A DONDE NO DEBÍA ESTAR.
Hemos de rendirnos ante el genio político de
Rajoy. Iglesias ha sido un oportunista que ha llegado mucho más tarde; alguien
tenía que ser. Nuestro singular líder, Mariano, se dio cuenta de que los
partidos conservadores en toda Europa, estaban ocupando desde hacía muchos
años, los espacios de la socialdemocracia y abandonando postulados
tradicionales de la derecha que recaían en marginales grupúsculos
ultraderechistas o en crecientes formaciones
populistas.
En este punto, y tras la afortunada aparición
del funesto Zapatero que destacó sobremanera gracias a la aparición
de una monumental crisis, Mariano Rajoy aplicó lo que era más que obvio: pasar
a ser la socialdemocracia en España. El partido socialista estaba entonces llamado a ser
engullido por la izquierda o por la derecha o por ambas. Con unas bases
divididas entre socialdemócratas en mayoría e izquierdistas radicales en
minoría, un sindicato de partido corrupto hasta la médula y unas bases
ideológicas vacías que debían recurrir al radicalismo feminista, al anticlericalismo
y otras exóticas ideologías como las de la salud, el socialismo se había
asentado en la burguesía y en la defensa de los grupos de poder que antaño se supone había combatido.
El Partido Popular podía haber optado por
radicalizarse en la derecha abandonando la socialdemocracia, pero un golpe de
suerte como era la conjunción Zapatero – Crisis no podía ser desaprovechado.
Rajoy tomó impulso y se deshizo del pasado en forma de Aznar, Aguirre, María
San Gil, Ortega Lara, la unidad de España, la lucha contra el aborto, la lucha
antiterrorista etc y se convirtió en el nuevo Partido Socialista, de modo que
cuando llegaron las elecciones de 2011, los socialdemócratas que antes habían
sido reticentes, ya no sentían rechazo a votar a un evolucionado PP. Y si tenían
alguna duda, Rajoy ha trabajado muy duro para disiparla, manteniendo todas las
leyes y políticas de Zapatero y trabajando activamente por radicalizarlas
incluso. Como habían hecho los socialistas años antes, no tuvo inconveniente
alguno en asaltar los medios de comunicación, dar mayor poder al líder y
laminar cualquier ideología del partido, convirtiéndolo en una silente y
acrítica máquina de poder.
El Partido Popular es ahora la socialdemocracia
en España y el PSOE ha perdido la silla. Falta saber si en Ferraz se han dado cuenta o no
o si tienen algún plan para salir de la trampa donde ellos solos se han metido.
Iglesias fue el oportunista que apareció por la izquierda cuando ya Rajoy tenía
hechos los deberes. Con la presa tumbada y agonizante decidió recoger los
restos de izquierda que habían quedado huérfanos y que la perezosa y paralizada
Izquierda Unida no acertaba a encandilar. Sin haber movido un dedo, o con
alguna mínima presión, Mariano Rajoy ha apuñalado al antiguo depredador por su
propio lugar, la izquierda, para que ya no se vuelva a levantar. Si la
socialdemocracia mayor, el PSOE ha sido tan fácil de despedazar, casi no merece
comentario la socialdemocracia menor, UPyD, que por no haber entendido lo que
estaba ocurriendo se ha disuelto en la nada, víctima casi de sí misma.
Dos sombras han planeado sin embargo, sobre
la luminosa mente del genio. La menos
peligrosa y a la que ha podido aplacar hasta hoy sin problemas, porque estaba
más o menos calculada es VOX. Herramientas tiene de sobra la antigua derecha
para reducir a la inanición a cualquier
opción de derechas y más si estos juegan limpio y evitan actitudes populistas.
Un líder como Santiago Abascal, armado solo de la razón y la sinceridad es una
bendición para Mariano Rajoy que no dudará en oponerle cualquiera de sus malas
artes para hacerlo desaparecer del imaginario colectivo. Aunque eso es solo trabajo a corto; el espacio
existe y la naturaleza no deja espacios vacíos.
CIUDADANOS sin embargo podría haber sido otra
cosa. Nacida y curtida como organización de combate contra el nacionalismo
catalán, representaba en principio la verdadera opción para ocupar la relativamente
amplia derecha a la que el PP estaba dejando huérfana. Con un líder dotado de
una simpática capacidad de seducción y un apoyo muy amplio de la España no
catalana ni catalanista, parecían destinados a evitar que el votante
conservador se quedara sin opciones. De una forma incomprensible no obstante,
han decidido a acudir a la enfermería para no se sabe bien qué. Ser la muleta
del combatiente con gangrena al que han cortado las piernas no parece una
posición de futuro. Aunque pensaran que existe un espacio a la izquierda del PP
y a la derecha de Podemos, serían muy torpes para querer disputarle ese
reducido rincón al moribundo PSOE, que es mucho más experto en artes políticas
y prácticas de supervivencia y sin embargo es lo que han hecho. En un ejercicio
de equilibrismo sin antecedentes, cuando comenzaron esa vía, todavía estaba
allí UPyD y casi con más derecho.
C´s llegó con un planteamiento antiguo y
parece querer insistir en el error. El peso de Libertas ha pasado una factura
demasiado pesada a Albert Ribera, que ha querido salir con demasiada velocidad de
posiciones de derecha. Decidido en ocupar un centro izquierda a donde estaban
llegando hacía tiempo las excavadoras del PP, ha seguido insistiendo en asistir
al protagonista del desahucio y será la próxima víctima de Rajoy, que ya lo ha
puesto en el objetivo de su máquina electoral. Para cuando se vaya a dar cuenta
y quiera volver a ocupar el único lugar donde queda un hueco político
desasistido, se volverá a encontrar además de con los esbirros de Rajoy, con
los otros que nunca se habían movido de allí y que comenzarán a ser recompensados.
Sugiero a las buenas gentes de Ciudadanos, que vayan asistiendo a algún mitin
de VOX, a ver si ahí se sienten más cómodos.