domingo, 5 de julio de 2009

IMPUESTOS Y TECNOLOGÍA

A veces era humillante tener que guardar largas colas para depositar un saco de grano y dos gallinas en la balanza del recaudador. Cuando había malas cosechas, el DIEZMO, es decir el impuesto correspondiente al 10% de tus ganancias, era sencillamente excesivo. A menudo había enfrentamientos y violencia. El estado recaudador sudaba lo suyo para cobrar los servicios que luego daba a los ciudadanos, que no pasaban de ser, el orden público y la defensa común.

Hoy en día, la cosa es mucho más limpia, electrónica, sutil, disimulada. Pagan en primer lugar las empresas, por cuenta del trabajador, a la Seguridad Social, el 33% del salario base, que digamos sea aproximadamente un 20% del salario total. Es decir, nos quitan DOS DIEZMOS.

De lo que nos queda, nos retienen alrededor de un 25%, del salario bruto en concepto de Impuesto del Rendimiento de las Personas Físicas, IRPF y otra vez, Seguridad Social. Es decir, nos quitan DOS DIEZMOS Y MEDIO más.

Como todavía nos queda un 55% en nuestro bolsillo, ahora el estado nos esquilma a través de los impuestos al consumo, el IVA y algunos otros que van sobre los pisos, los coches, los carburantes y un largo etc. que suponen en total más de un 25%. Es decir, nos quitan DOS DIEZMOS Y MEDIO más.

Si hacemos la suma, resulta que de forma totalmente indolora el estado nos ha dejado sin SIETE DIEZMOS de lo que ganamos, cantidad que se ha duplicado desde que estamos en democracia. Estamos tan acostumbrados que no sentimos cada mes una dolorosa punzada en nuestro corazón, ninguna sensación de pérdida, ningún impulso a recuperar lo nuestro, NADA.

La tecnología nos ha dormido con una aguja tan fina, que no sentimos dolor cuando nos desangran.

Si alguien, en nombre del mismo RECAUDADOR tuviera que venir cada mes a nuestra casa a contarnos que hemos de darle el 70% de lo que hemos ganado con nuestro esfuerzo y le tuviéramos que pagar con billetes y monedas, habría muchas situaciones interesantes que contar.

Nos dicen que todo esto nos lo devuelven en forma de Estado del Bienestar, pero lo que vemos cada día es, que los que nos administran ese Estado del Bienestar SE PERMITEN, con el dinero que yo les pago, lo que yo NO ME PUEDO PERMITIR con el dinero que me queda.

En otros países como EEUU en cada comercio tienen dos cajas registradoras, una para el comercio y otra para los impuestos. Cuando te cobran, te dan dos facturas separadas. Ellos lo quieren así para darse cuenta de lo que el estado les quita y poder exigir en consecuencia, que cada centavo que dan, les sea devuelto de forma eficiente. AQUÍ PREFERIMOS DORMIR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario